Algunos conceptos sobre evaluación formativa Para introducirnos en el tema de la evaluación, podemos reflexionar sobre este ejercicio que realiza Santos Guerra (1996, págs 9-10) con sus estudiantes. Como vemos en la tabla siguiente que nos presenta este autor, la evaluación puede servir para muchas finalidades simultáneas:
Si nos preguntamos cuáles son las finalidades más importantes, enriquecedoras y deseables de la evaluación seguramente señalemos la columna B. Pero si pensamos en las más frecuentes en el sistema educativo, señalaremos la columna A. Coincidimos con Santos Guerra (op. cit.) en la necesidad de potenciar sus finalidades positivas y reducir el peso de las negativas. Si bien no es posible prescindir de sus funciones arraigadas en el sistema (las calificaciones, la comparación, etc.) podemos entender la evaluación de estudiantes, profesionales, instituciones y programas como un camino de aprendizaje. "Un camino que al ser recorrido de forma inteligente y responsable nos ayuda a entender lo que sucede y por qué, nos facilita la rectificación del rumbo, el reconocimiento de los errores y la mejora de la práctica" (Santos Guerra, op. cit., p. 12) Podemos entonces considerar la evaluación como proceso continuo cuyo objetivo principal es la mejora de la acción educativa: compartimos la idea de evaluación formativa que proponen Fiore y Leymonié (2007), entendiendo por tal aquella que se realiza durante el desarrollo de la acción didáctica, de manera continua. Evaluación formativa y sumativaIncorporamos la evaluación como una actividad de valoración continua que en la cual se interrelacionan la enseñanza del docente y el aprendizaje de los estudiantes. Este enfoque, en sintonía con las ideas actuales sobre el tema, concibe a la evaluación como una parte esencial del propio proceso de enseñanza y como elemento clave para mejorar la calidad de los aprendizajes y el desarrollo de competencias específicas para la profesión (Leymonié, 2008; Morales Vallejo, 2008). Este proceso se desarrolla en dos momentos: un momento de larga duración, que abarca toda la secuencia de enseñanza (evaluación formativa o de proceso); y un momento final donde se recoge la información acerca de los aprendizajes de los estudiantes en una instancia concreta (evaluación sumativa). Actividades de evaluación"Si el docente diseña actividades de evaluación que proporcionen a los estudiantes la oportunidad de aplicar sus conocimientos a una importante gama de situaciones que vayan desde lo rutinario a lo totalmente nuevo, será posible acercarse a una mejor comprensión de la naturaleza del proceso de construcción de nuevos significados que se está produciendo dentro de su sistema cognitivo." (Fiore y Leymonié, op. cit., p.161) Acordamos en que TODAS las actividades de clase son, potencialmente, actividades de evaluación, que pueden utilizarse para relevar información útil que nos permita cumplir con las funciones básicas de la evaluación, es decir: retroalimentar la acción didáctica y acreditar los aprendizajes (Fiore y Leymonié 2007). La plataforma nos ofrece una variedad de herramientas en el módulo de actividades con las que podemos diseñar propuestas de evaluación: cuestionarios, juegos, tareas, etc. Para incluir alguna de estas actividades, procederemos en forma análoga a la que señalamos para agregar un foro (en la clase 3) y seleccionaremos la opción deseada. Realizaremos luego los ajustes correspondientes según la actividad. A modo de ejemplo, mostramos a continuación cómo configurar una tarea, una de las opciones integrantes del módulo de actividades, que ofrece gran versatilidad para elaborar consignas de evaluación, que permite entregas en forma individual o por parte de uno de los integrantes de un grupo configurado en la plataforma. En este caso, luego de activar la edición (lo vimos en la clase 1) presionaremos en Añadir una actividad o un recurso, y seleccionaremos, dentro de las actividades, Tarea. Nuevamente recomendamos la lectura de las especificaciones que aparecen a la derecha de la ventana.
Se abrirá la ventana de edición que describimos en la clase 3 sobre foros, que cuenta también con un espacio apra adjuntar archivos (es la misma ventana de edición). Disponibilidad
Tipos de entrega
Tipos de retroalimentación En esta opción aparecen varias posibilidades que pueden ser marcadas a la vez:
Calificación
Al finalizar la configuración de la Tarea, recordar siempre guardar los cambios introducidos.
Por último, como parte de la evaluación es importante poder realizar un seguimiento de la actividad que realizan los estudiantes en la plataforma. Cuando la enseñanza y el aprendizaje se desarrollan en una modalidad semipresencial, o totalmente en línea, Moodle nos ofrece la posibilidad de conocer la interacción de los participantes del curso con los materiales (por ejemplo, si han visualizado o no un recurso), además de registrar sus interacciones en foros y tareas, el tiempo de permanencia en la plataforma, etc. Estas posibilidades están disponibles en el menú de Administración del aula virtual, dentro de la opción de Informes. Pueden encontrar en este manual una descripción de los diferentes tipos de informes que ofrece la plataforma. Tendiendo puentesSi entendemos el aprendizaje como un proceso activo y personal de construcción de significados, el docente debe diseñar actividades de evaluación que proporcionen a los estudiantes la oportunidad de “...ir más allá de la información dada con el propósito de crear algo nuevo reconfigurado, expandiendo y aplicando lo que ya sabe, así como extrapolando y construyendo a partir de esos conocimientos” (Blythe, et al, 1999). Compartimos la idea de "evaluación auténtica" de Perkins (1995), según la cual los estudiantes deben hacer, crear, desarrollar, producir “algo” durante un tiempo suficiente que permita evaluar el proceso y el resultado.
Cuando como docentes nos enfrentamos a evaluar los aprendizajes de los estudiantes, el punto central consiste en encontrar estrategias de valor que permitan distinguir aquellos aprendizajes construidos de los que simplemente fueron almacenados y se recuperan en esa instancia como un ejercicio de memoria. Esa recuperación no implica necesariamente una comprensión sobre lo aprendido. Coincidimos con Litwin (2008) en que los datos y hechos almacenados se recuperan para pensar a partir de ellos; son datos necesarios para:
(Litwin, 2008: 166). Bibliografía citada Blythe et al. (1999). La Enseñanza para la Comprensión. Guía para el docente. Buenos Aires, Paidós.
Perkins, D. (1995). La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación de la mente. Barcelona, Gedisa. |